Calculando la delicadeza y las dificultades que iba a implicar detener a la dirigente indigenista Margarita Mamaní y desalojar a los particulares presentes en el corte de la ruta 307, el juez Mario Velázquez había dispuesto que la medida sea llevada adelante por la Guardia de Infantería de la Policía provincial con el apoyo de la Gendarmería, la Policía Federal y la Policía de Seguridad Aeroportuaria, tres fuerzas federales afectadas al Comité Operativo de Emergencia configurado por el gobernador Juan Manzur con motivo de la pandemia. Pero un acta consigna que los agentes de la órbita de la ministra nacional Sabina Frederic no se presentaron a cumplir la orden judicial. Como se sabe, Mamaní y sus seguidores repelieron a la Policía y al Ministerio Público Fiscal, y aquellos se marcharon el jueves sin cumplir su cometido.
Cristian Javier Valenzuela, subcomisario y jefe interino de la Guardia de Infantería de la Unidad Regional Oeste, y el oficial ayudante Ariel Antonio Villafañe dejaron constancia de que la Policía provincial se quedó sola frente a los casi 300 adherentes que se acercaron al “Puente del Ing. Roberto Robles Mendilaharzu” para neutralizar el operativo. “No se presentaron en el lugar las fuerzas (Gendarmería, Policía Federal y Policía de Seguridad Aeroportuaria) pese a habérselo requerido en diversas ocasiones”, expresaron Valenzuela y Villafañe en el acta que confeccionaron.
El documento indica que los comuneros estaban “comandados por la ‘cacique’ y ciudadana” Mamaní. “Se le puso a la vista la orden judicial, a lo que ella manifestó que no iba a dar cumplimiento. Se hace constar que en todo momento se encontraba junto a ella el intendente de la ciudad de Tafí del Valle, Francisco Caliva”, relata. Alrededor de las 13.30, llegaron al corte los auxiliares fiscales Bernardo Sassi y Belén Pan, y la ayudante fiscal Gabriela Ghiraldi. “En reiteradas ocasiones hubo discusiones ‘fuera de lugar’ y en voz alta por parte de los comuneros, quienes no querían acatar la orden... (Incluso la abogada recomendó a Mamaní que cumpliera el acto dispuesto por Velázquez) pero, aún así, no quiso realizarlo debido al apoyo de toda la gente que estaba escuchando la situación y a las amenazas de que, si la ‘cacique’ era detenida, correría sangre. (...) A las 16 se retiraron las autoridades de la Fiscalía. Se hace constar que al cierre del acta (18.10) no había acudido el personal de las fuerzas federales”, dice la actuación policial.